Caminando por la ría se levanta un bando de garcillas bueyeras y una nube de plumas blancas. A mi paso veo una de ellas postrada, me acerco y se levanta herida de muerte y sin apenas poder abrir los ojos. Miro al cielo y entre el revuelo de garcillas, la silueta de un halcón peregrino que me clava su mirada pareciendo decirme que no ha terminado su faena. Me alejo para ver un desenlace con sentencia de muerte. En la segunda envestida la revienta, la destripa y se aleja con ella en las garras y las tripas colgando. Llena el buche durante un buen rato y desaparece...
La vida y la muerte deben continuar.
Menudo momento... uf...
ResponderEliminarMadre mía.. Casi me mareo d verlo.. Estupendas imágenes.. Pero jolines que crudas.. :-(((
ResponderEliminarEscelentes imágenes de un Halcón peregrino libre cazando en su hábitat natural. Ehorabuena! Un documento único
ResponderEliminarDa pena, pero como bien dices; la vida debe continuar.... Bonitas imágenes. Saludos
ResponderEliminarUN BUEN MOMENTO PARA RECORDARLO " ENHORABUENA"
ResponderEliminarUN ABRAZO
KIKE