Muy fácil nos lo ponen ahora estas garcillas bueyeras, siempre vinculada a pastos con ganado y cada vez más adaptada a convivir cerca de los humanos.
No hace mucho tiempo, en un mercado de Mohammedia (Marruecos) vi como se mezclaban con las ratas, alimentandose de cualquier despojo. Incluso un señor tenía una en su hombro a la que alimentaba. Lejos quedaba mi imagen de estas aves a lomo de vacas, rinocerontes y búfalos.
Buenas!! en suelo y en vuelo. Saludos
ResponderEliminarA que termina siendo animal de compañia.jaja
ResponderEliminarInfinitas gracias querido amigo por obsequiarnos la suprema sensibilidad y belleza de tu arte. Muchos besinos y feliz fin de semana te desea esta amiga.
ResponderEliminarDois animais que aprecio e que vivem em plena harmonia...
ResponderEliminarBeijos.