Por un herbazal esperando sorprender algún corzo, me sorprenden a mi, cuatro raposinos. Tres salen corriendo y uno me mira a los ojos y da un paso al frente. Yo permanezco inmóvil y avanza hacia mi. Bajo mis pies un caracol que debió parecerle irresistible. Tras dar buena cuenta de él, se aleja, vuelve a mirarme y desaparece entre los matorrales.
La mirada del raposu no se olvida fácilmente, verdad?
ResponderEliminarUn saludo Arturo!!
Cierto Juán, te clavan una mirada desafiante dificil de olvidar.
EliminarUn saludo.
Que encontro mais rico... que sorte a sua... gracias...
ResponderEliminarBeijo carinhoso.
Gracias a ti, por pasar.
EliminarUn saludo Teca.
Ya te has pasao!! Ahora dime que le silvas y sale como el rascón. Saludos
ResponderEliminarMe descojono!! estos me sorprendieron.
EliminarYa nos pasamos a verlos.
Un saludo Pablo.
Qué fotazas, además bien enfocado con la de hierbas que hay de por medio!
ResponderEliminarSalu2
Algún primer plano de hierbas también me salió.
ResponderEliminarAcabo de ver los tuyos y esos si que están chulos.
Un saludo Alberto.
Con esa cara q te mira no estara pensando ummmmm comida
ResponderEliminarEspero que no, que fuera solo el caracol.
EliminarNo se a quien me recuerda...
Un beso Anabel.